Celebramos 52 años de asistencia ininterrumpida a miles de personas en situación de crisis o con pensamientos suicidas. 52 años formando voluntarios y difundiendo esta noble tarea de reafirmar el sentido a la vida desde la escucha y promoviendo agentes efectivos para la prevención.
Agradecemos todos nuestros voluntarios: a los actuales que donan horas de descanso para ayudar a quienes más necesitan, y también a los que pasaron por la institución y dejaron su valioso legado.
Compartimos con ustedes nuestros deseos de que el Centro de Asistencia al Suicida siga creciendo y fortaleciéndose sin perder su esencia: una voz anónima en el teléfono dispuesta a escuchar, contener y acompañar a quien circunstancialmente atraviesa un momento difícil en su vida.
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