Este sábado, como cierre de las actividades de prevención y difusión organizadas por el Centro de Asistencia al Suicida para el mes de la Prevención del Suicidio, nos reunimos en el auditorio Borges de APOC con profesionales de la salud mental, de servicios sanitarios, de la educación y de otros ámbitos en los que las habilidades para la asistencia a personas son parte de las competencias necesarias para sus tareas. Todos ellos preocupados por la problemática del suicidio y ocupados en aprender más sobre el tema e incorporar más herramientas para la prevención suicidio.
Las licenciadas Nora Hazebrouck y Fernanda Azcoitia nos hablaron entre otros temas de:
-La negación social del suicidio, que es necesario vencer a nivel individual y social para que la asistencia sea posible; para ello son necesarias más tareas de sensibilización y concientización, aunque debemos reconocer que se avanzó mucho respecto a décadas anteriores.
-Los mitos o informaciones erróneas comúnmente aceptadas sobre el suicidio, que tanto desalientan y obstaculizan la asistencia y prevención.
-El proceso suicida, como elaboración progresiva de pensamientos y sentimientos que pueden llevar a cualquier persona a intentar un suicidio, ya que no existe una "personalidad suicida" sino personas que atraviesan este proceso que, si sabemos reconocerlo, brinda muchas oportunidades de asistencia.
-Las enfermedades mentales asociadas al suicidio, que requieren tratamiento como tales, entendiendo que tampoco hay "patologías suicidas", sino personas que por circunstancias complejas en las que la enfermedad puede ser parte, pueden llegar a pensar en el suicidio,
-Los factores de riesgo y factores protectores, que es necesario conocer para optimizar las tareas de prevención desde la identificación de riesgos, pero fundamentalmente desde la promoción de actitudes positivas de vida.
-El duelo por suicidio y la dificultad de su elaboración, por sus características particulares y por el miedo a hablar del suicidio por parte de los afectados, familiares e incluso profesionales de la salud mental.
-La importancia de las diversas formas de la comunicación interpersonal como medio necesario para la asistencia a personas con ideación suicida.
-La escucha y la pregunta como herramientas básicas y el valor en la asistencia de la empatía: aprendimos que casi nunca una respuesta puede mejorar una situación, lo que mejora la situación es la conexión.
Luego ejercitamos las habilidades de preguntar y escuchar, tan necesarias para conocer al otro y su circunstancia; en lugar de opinar o dar soluciones facilistas desde nuestra realidad que no necesariamente son de utilidad para la persona que requiere nuestra asistencia.
Luego, las disertantes nos hablaron de la problemática del suicidio adolescente y de la función de la escuela en el fortalecimiento de la autoestima y la autonomía, de la educación emocional y de la promoción de los factores protectores.
Para terminar, repasamos un listado de "pasos" sugeridos para la asistencia desde cualquier relación de ayuda, ya sea en la actividad profesional o en nuestra vida cotidiana: generar un vínculo actuando con calidez y firmeza; conocer al otro brindándole un espacio hospitalario para la escucha; evaluar la realidad de la situación y el riesgo suicida; valorar y validar la intensidad de los sentimientos; preguntar sin miedo, incluso sobre el suicidio; movilizar recursos y personas que podrían servir como apoyo, aportar seguimiento hasta la completa recuperación.
Agradecemos a todos los voluntarios del Centro de Asistencia al Suicida, sin cuya colaboración, este curso y todas las tareas de prevención y difusión que realizamos este mes no hubieran sido posibles; a Fideisalud S.A. y APOC que generosamente nos prestaron la sala del Auditorio Borges; y muy especialmente a todos los presentes porque su interés, su compromiso y sus ganas de aprender para llevar a su práctica profesional estas herramientas; seguramente actuaran con un efecto multiplicador en el que cada vez más personas se sumen a la tarea de la prevención del suicidio desde la escucha, la contención emocional, el acompañamiento, y la promoción de actitudes y habilidades positivas de vida. Así nos acercaremos al objetivo central de la prevención del suicidio que es generar en nuestras comunidades redes de contención emocional para que todo aquel que por circunstancias de su vida lo necesite, encuentre la asistencia que lo ayude a seguir adelante en la búsqueda de su bienestar y felicidad.